GATO CHINO DE LA SUERTE
- 14 CM.
GATO CHINO DE LA SUERTE
Según el lugar de procedencia, al gato de la suerte se le denomina Zhaocai Mao en China y Maneki neko en Japón, siendo bastante popular en esta última, ya se supone que trae buena suerte a su propietario. Es muy frecuente ver uno de estos en los escaparates de las tiendas o restaurantes de los orientales, pero ¿de dónde viene dicha tradición?
Su representación
Esta figura representa un gato de la raza bobtail japonés el cual alza su pata izquierda de forma intermitente sugiriendo al cliente que entre en el establecimiento. En la pata derecha del gato de la suerte o de la fortuna, hay una moneda japonesa llamada Koban. Llevan un cascabel que hace desaparecer los malos espíritus y su fabricación suele ser en cerámica o porcelana aunque lo más común es que esté fabricado en plástico.
Cuando el gato de la suerte está fabricado en cerámica, su pata izquierda esta fija y el tamaño de esta puede variar, siendo la correspondencia a mayor altura más clientes atraerá ya que lo verían a una mayor distancia.
Su significado
Según la pata que este levante: si es la derecha, traerá dinero y prosperidad; si es la izquierda, atraerá visitas y si levanta ambas patas, sirve como protección para el establecimiento o el hogar.
Según su color:
Negro: para evitar la mala suerte y sumar felicidad.
Blanco: para que lleguen cosas buenas.
Azul: para que los sueños se cumplan.
Rojo: para el amor y ahuyentar lo malo.
Dorado: para atraer a la suerte en los negocios.
Tricolor (blanco, negro y naranja): este al parecer es el mejor gato de todos, el que más suerte trae y lleva los colores de un gato bobtail japonés.
Su origen
El Maneki Neko apareció durante el periodo Edo, debido a la aparición de ciertas ciudades llamadas Yuukaku que eran centros de ocio sexual para hombres. En las entradas de las casas donde vivían las prostitutas ( a las que se les conocía como gatas) había una estantería que denominaban de “buena suerte”, donde colocaban representaciones de órganos genitales masculinos así como otro tipo de amuletos a los cuales los hombres rezaban pidiendo prosperidad para sus negocios.
Durante el gobierno Meiji, se reconoció como negativo todo lo que provenía de los Yuukaku y en 1872 se prohibió la fabricación, venta y decoración de estos amuletos de la suerte. Fue a partir de este momento cuando fueron sustituidos por los Maneki Neko, una gata (prostituta) realizando un gesto de invitación.
La cultura de tener un amuleto de la suerte como el “gato de la fortuna” se fue extendiendo por todo Japón dando lugar a lo que ahora podemos contemplar en montones de negocios de origen oriental.